LOS AINU - Los otros Samuráis


LOS OTROS SAMURÁIS QUE LOS QUISIERON BORRAR DE LA HISTORIA...

La mayoría de las personas creen que en Japón existe una sola etnia. Pero eso es algo que no es del
todo cierto. Es preciso aclarar que en el país del sol naciente viven distintas etnias. En algunas zonas
del este y norte de Japón (Kanto -donde se encuentra Tokyo-, Tohoku y Hokkaido), vivía una etnia de
cazadores, llamados AINU, que antropológica e ideológicamente son distintos a la etnia japonesa.

Cómo Phillipe Dallais define en una de las entrevistas, la situación ainu siempre ha sido complicada,
según sus palabras “es la lucha de un grupo no organizado, contra el Estado”.

Así ha sido hasta ahora, considerados como un pueblo primitivo por los gobiernos japonés y ruso, vistos como seres “salvajes y peludos”, despojados de sus tierras y trasladados a otros lugares, con leyes
injustas que impedían mantener su estilo de vida. “Su historia ha sido borrada de los libros de Historia”.

Pese a que ellos poblaron primero lo que hoy se conoce como Japón. Algo muy parecido a lo que ocurriera en estados Unidos de América con la población india.

Es por esta larga historia de discriminación que Yoshihiro Ikemura afirma que el pueblo ainu se trata de uno de los grupos más desfavorecidos y empobrecidos de la sociedad japonesa. Afortunadamente los tiempos cambian, y base de luchar y manifestarse, actualmente el gobierno japonés favorece su educación ofreciendo becas a los jóvenes estudiantes ainues.

En la actualidad, aún se les puede ver con su espada en la cintura, siguiendo fielmente sus tradiciones y costumbres.

Pero conocemos su larga trayectoria como valientes guerreros y como pueblo discriminado por los libros de historia y de algunos relatos, tanto antiguos como modernos.

Los viejos grabados nos hablan de ellos como bravos guerreros, de hecho algunos historiadores se aventuran a decir que los Ainu fueron los predecesores de los samuráis.

Antiguas fotografías nos vienen a confirmar que los Ainu portaban armas semejantes a la Katana japonesa.

Dicen que estos combatieron contra Samuráis y que algunos clanes Ninja se aliaron con los Ainus. Pues ambos proceden del campesinado y fueron víctimas de abusos por parte de los señores de la guerra como fueron algunos damyos.

Durante mucho tiempo, se dijo que los AINU se parecían a los caucásicos por sus características físicas: facciones pronunciadas, vellosidad y gran desarrollo de sus brazos y piernas. Sin embargo, los últimos estudios genéticos de las tres etnias de Japón (etnia AINU, etnia Yamato y etnia Ryukyu) han revelado que son casi iguales y que tienen el mismo origen, en el norte de Asia. Las facciones y diferencias se pueden deber a la influencia de su estilo de vida y de su hábitat.

Los Ainu también habitaron en los alrededores de la región de Kanto. En la prefectura de Shizuoka, se encuentra la península de Izu; la palabra "Izu" en idioma AINU significa "puntiagudo". Dentro del proceso de expansión del dominio desde el sur del Japón por la etnia Yamoto, que es la principal de Japón actualmente, los AINU cambiaron su residencia a Hokkaido, donde están ahora. El conflicto entre Yamato y AINU está registrado en los mitos de Japón. Según estudios arqueológicos, los AINU se vieron acorralados y forzados a emigrar masivamente al norte, durante el siglo IV ó V.

En el siglo XII los AINU fueron sometidos totalmente por la etnia Yamato y tuvieron que emigrar nuevamente, esta vez más al norte de Hokkaido. En la época Edo (última época de los samurai, 1603-1867), los Ainu mantenían intercambio comercial con el feudo de Matsumae-Han de Hokkaido, pero los japoneses utilizaban a los AINU como mano de obra llegando a excesos, motivos por el cual hubo una gran guerra por su independencia como la rebelión de Túpac Amaru.

Desde la época de Meiji (1868-1912), el gobierno de Japón negó la cultura y las creencias típicas de los AINU y por eso eran discriminadas sin razón y vivían en condiciones difíciles. En Japón se considera que “la etnia y cultura AINU están desapareciendo”. Sin embargo, los AINU no se rinden ante los prejuicios y las malas miradas de los japoneses, y se esfuerzan por transmitir y conservar su propia cultura.

Dentro del cambio producido en la sociedad después del comienzo de la época Meiji, se puede resaltar que para AINU fue un gran golpe ser despojados de sus libres creencias. Sobre todo se les prohibió realizar su rito más importante llamado “Iomante”, que consiste en enviar al espíritu del oso a su mundo espiritual; también se les prohibió cazar salmón y hacer fiestas del espíritu del salmón.

Sin embargo, después de 1975 se comenzó a decir que AINU estaba restableciendo sus ritos y realmente así sucedió, primero con el rito “Iomante” y luego con otros ritos para animales. Además, en varias partes de Hokkaido se están realizando oficios de difuntos de antepasados al estilo AINU. El Sr. Shigeru Kayano (Junio 15, 1926 – Mayo 6, 2006) y otros compañeros realizaron investigaciones de la cultura AINU y recopilaron documentos. Así como también, la construcción de varios museos en Hokkaido con la finalidad de exponer la cultura AINU. El Sr. Kayano logró convertirse en congresista, y durante algunas sesiones del Congreso, hablaba en idioma AINU, que es su lengua materna. El Sr. Kayano escribió acerca de un centenar de obras relacionadas con la cultura e idioma AINU.

Los resultados del Antropólogo Americano C. Loring Brace, de la Universidad de Michigan- que seguramente habrá controversia al respecto –dice que el Ainu, es " diferente racialmente" y que pertenecen a un grupo de unas 18.000 personas que viven actualmente en la isla norteña de Hokkaido.

Los de pura sangre Ainu son fáciles de detectar: tienen la piel más clara y más vello corporal que la mayoría de los japoneses. Afirma también que la mayoría de los japoneses tienden a menospreciar a los Ainu.

Brace ha estudiado los esqueletos de unos 1.100 japoneses, ainu y otros grupos étnicos asiáticos y se ha concluido que el samurai - venerado de Japón es en realidad descendientes del ainu, no del Yayoi del que la mayoría de los japoneses modernos descienden. De hecho, Brace echó más leña al fuego con:

El doctor Brace dijo: “esta interpretación también explica por qué los rasgos faciales de la clase dominante japonesa son tan a menudo tan diferentes de los típicos del japonés moderno. El samurái Ainu alcanzó tal poder y prestigio en el Japón medieval que se casaron con realeza y la nobleza, pasando a las clases altas, mientras que otros japoneses eran descendientes principalmente de la Yoyoi".

Las reacciones de los científicos japoneses han sido silenciado hasta hace relativamente poco tiempo.

Un antropólogo japonés dijo que se preparen, espero que esté equivocado. Pero vamos a demostrar que los nativos de la parte norte del Japón, son Ainu.

Los Ainu y su origen siempre han sido bastante misterioso, con algunas personas que dicen que los Ainu son realmente caucásica o proto-Caucásico - en otras palabras, los "blancos". En la actualidad, el estudio de Brace niega esta interpretación. (Wilford, John Noble;. ". Warriors Exaltado, raíces humildes", New York Times, 06 de junio 1989 Cr J. Covey).

Lo cierto es que los Ainu también existieron en el Japón medievo y existen en la actualidad.


A principios del período Heian, aproximadamente a fines del siglo VIII y en los primeros años del siglo IX, el emperador Kammu buscó la consolidación y expansión de su imperio en la región septentrional de Honshu. Envió a sus tropas a someter la rebelión de los Enishi (antecesores de los Ainu), lo que fracasó debido a la falta de motivación y disciplina de combate de los soldados. Entonces, el emperador presentó el título de shogun y empezó a delegar el sometimiento de los Enishi a los poderosos clanes regionales.

Hay quienes afirman, que los propios Ronin (Samuráis sin dueño “Daimyo”), pudieron ser gran parte Ainus. Para muchos samuráis y pobladores japoneses, los Ainu, no eran más que espíritus fantasmagóricos.

Esta actitud, más que hacerles sentir ofendidos, les benefició, ya que hicieron uso de la creencia popular de que eran algo así como demonios o fantasmas, o muertos vivientes, y para la exagerada manera de sus miedos y supersticiones, los Ainu aprovecharon la ocasión en su ataques y defensa.

Algo sorprendente y no menos curioso, es el hecho de que la creencia que se tiene sobre los samuráis y su estricto código de honor que los hacían parecer tan benevolentes, no se explica cómo alguien puede matar por pura discriminación de raza (...¿?).

Muchos Ainu se vieron obligados a cortarse sus barbas y aparentar ser japoneses, y de hecho algunos samuráis eran de etnia Ainu.

Su oscura piel y sus rasgos lo delataban, pero parece ser que por ambas partes les convenía ser aceptados, unos por tener la habilidad, el valor y coraje de un guerrero, y el otro por valerse de sus valores.

Fuese como fuese realmente la historia, según los constantes contrastes y diversidad de opiniones de algunos historiadores, lo cierto es que después de tantos intentos de aniquilación total sobre la etnia Ainu, continúan habitando suelo japonés. La resistencia, el valor y el coraje, junto a su espíritu combativo y sus habilidades y destreza, los hizo sobrevivir.

LIBERACIÓN DE LOS AINU

En la mitad de la década de los 1960 comenzaron movimientos sociales para proteger los derechos humanos aclarando la situación de la discriminación sobre los ainu. En la década siguiente empezaron a tener orgullo de ser ainu y más hijos fueron informados de su verdadera identidad étnica. También progresaron las alianzas para solucionar los problemas de grupos minoritarios y para abolir discriminaciones raciales. Muchos japoneses, particularmente desde intelectuales hasta historiadores, maestros, periodistas y juristas, se están dando cuenta de la falsedad de "Kyu-Dojin" y "raza en extinción", creados por las autoridades de Meiji.

 

Ricardo Mercado Sierra.
Presidente de I.M.A.O.

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