Rosibel Santana.
Estimados maestros, Sensei y practicantes de judo. Nuestro deporte en cuba en 1975 tenía un gran proceso para el desarrollo y en particular en los finales de la década del 70 la tarea prioritaria era el judo en la rama femenina y todos querían estar a la altura de los punteros. Entonces les diré que imaginarse por un momento que en Banes un pueblito pequeño y distante de ciudad de la Habana. Había un colchón de judo y en el había entre los jóvenes varones una atleta de judo femenino. Era sencillamente impensable, debido a los prejuicios y estigmas, pero sin embargo ellos lo superaron y allí, en ese lugar practicaba una jovencita muy menudita y bajita de peso, lo que parecía como de ficción, pero no, la realidad era que Rosibel santana practicaba allí, a simple vista ella parecía débil pero, de vocación y carácter fuerte en su intención de ser una gran judoka. Ella comenzó a practicar el judo a los 12 años en (1978) en su Banes natal provincia de Holguín. Estimulada y supervisada