Humberto Valdivia. Un judoka completo.
Estimados Sensei, maestros, judocas y artistas marciales. Hace unos días conversaba con el Sensei Dionisio de la Torre, sobre algunos judocas cubanos que lo son de corazón. Ellos no fueron campeones olímpicos, pero son buenos como judocas y excelentes personas. Además, todavía siguen practicando o arbitrando o enseñando judo. Recuerden unos y sepan otros, que en el judo cubano en los finales de los años de la década del 60 principio y mediados de la del 70. La aspiración más grande que podía tener un judoca era asistir a una competencia nacional y ellas eran muy duras. Allí, todos éramos adversarios y amigos, nos veíamos de evento en evento, representando nuestras provincias. Y todas las provincias deseábamos derrotar a la delegación más fuerte de todas. La Habana. Esa provincia era, la que tenía muy buenos y abundantes judocas. Y yo recordaba que, entre todas las provincias y equipos había un judoca muy singular. El tipo era alto y delgado, muy respetuoso...