¿CREACIONES, HIBRIDOS O APORTES A LO YA CREADO EN EL CONTEXTO DE LAS ARTES MARCIALES?
He escogido este axioma, no solo por su mensaje cargado de sabiduría, que en contexto de Budō real, inspira a mantener esa actitud, sino también, con similar importancia, como un llamado de ALERTA a las nuevas y viejas generaciones de instructores y maestros de las Artes Marciales en nuestra nación, que en realidad son los auténticos guardianes de las mismas, pues he notado, con gran preocupación y cuestionamiento, una marcada y desmedida tendencia al incremento casi irracional de "independencia" de las viejas tradiciones de los diferentes Ryu ha, que se estudian y practican en la mayor de las Antillas, observando con suspicaz desaprobación, los constante apelativos referentes a "Creación" o "Fundación" " Fundador" o"Creador," fusionados a las auto denominadas categorías docentes de Hanshi, Shihan, Kyoshi, Renshi, etc...y los altos rangos Danes, de procedencia no definida ( o sea sin aval reconocido por una institución respetada y tradicional) como es legalmente concedido, por los sistemas Densho o Dan-i.
Dichas tendencias están estimulando a "Crear" sistemas de auto defensa de
combate cuerpo a cuerpo, los cuales son nominados y " bautizados" con nombres inspirados en los clásicos fundamentos filosóficos y tradicionales, de origen Chino, Japonés, Tailandés, Filipino, Israelí, etc..., que son auto clasificados como " Creaciones Cubanas," inspiradas, estructuradas y desarrolladas, mayoritariamente en el sector militar, dado que según el análisis propio de estos instructores y su experiencia relacionada con su propia actividad, son el cúmulo de una larga investigación personal, que les ha ofrecido la oportunidad de fomentar una nueva "INVENCIÓN," que particulariza sus métodos del resto de las distintas escuelas o academias donde se enseñan artes marciales, y estos, según sus afirmaciones, no tienen "semejanza alguna" con los ya existentes."
Estos son los conceptos generales, expuestos
como defensa de sus explicaciones y sus presentaciones, ante los jurados
constituidos, que les han permitido esclarecer las teorías y fundamentos de
dichas " creaciones marciales," como tesis de sus argumentos.
No es menos cierto que en sus exposiciones,
se destaca una marcada incursión en el estudio personal, algo que se aprecia en
sus habilidades y desarrollo técnico, loable y digno de reconocer.
Aun así, en mi modesto conocimiento, ( no
absoluto) desearía expresar lo que por muchos años he aprendido referente a
Bujutsu o Budō, y de los sistemas Iemoto-Natori, bajo la tutela de mis maestros
de Artes Marciales, ( de linaje ancestral reconocido en el país del Sol
naciente y otras regiones del mundo), los cuales traeré a colación, tratando de
compartirlos con los mencionados instructores y maestros coterráneos, los
cuales, quiero aclarar, no pretendo sean tomados como un obstáculo a ese
proceso que ellos llevan a cabo, (que de antemano considero, es lo que bien se
conoce como SHU HA RI), sino, como ayuda al análisis, el progreso y el
entendimiento, para todos ellos, con el fin de un mejoramiento mutuo en
contexto con el verdadero Bugei y todo lo relacionado con sus orígenes o raíces
:
Primeramente les recuerdo a mis hermanos cubanos, que transitan juntos el camino marcial, que :
Es cierto que el maestro decide los
detalles de cada técnica o principio que instruye, pero para llegar a merecer
el título de maestro de un Ryu ( o creador) se necesita el tener, no solo años
de prácticas constantes, ni rango elevado, sino un respeto verdadero por la
integridad de la estructura de ese Ryu y sus raíces, que un maestro que profesa
ese respeto, no violaría.
La libertad de juicio de un maestro no le permite
comprometer la estructura del Ryu, sino la profundidad y el énfasis que se
ponga en la enseñanza dentro del contexto de esa estructura, respetando sus
parámetros.
Este respeto parte del hecho de que la
estructura de cada Ryu tradicional responde a una lógica ordinal definida que
contribuye al progresivo desarrollo técnico del alumno. Es esa estructura lo
que le da su identidad a cada Ryu y les diferencia entre sí.
En cada técnica se contienen los principios
que se expanden con Satori.
Satori es el proceso natural del Budo. ( o
cualquier otro sistema de arte marcial, relacionado o no con el, o tal vez de
igual validez, aún sin ser de origen Japonés, pues el idioma, no contradice su
concepción, sino la manera de apreciarlo de cada individuo). Es esto lo que
mantiene el Ryu vivo.
Es también cierto que no todas las artes
son iguales. Cada una responde a su origen, a sus tradiciones y a su estrategia
que a veces son semejantes, pero nunca idénticos.
Para el que desconoce esos elementos, y otros no menos determinantes, una torsión de muñeca, una estrangulación, o una patada es igual a otra, independientemente del estilo que las incluye. Pero sólo en ignorancia puede afirmarse tal cosa. La diferencia es obvia para quienes son capaces de
discernirla.
Los antiguos registros técnicos ( Densho)
requirieron de mucho tiempo para ser confeccionados, por razones de
organización adecuada de la enseñanza técnica. El orden de aprendizaje era y
aún es primordial, cada Kihon, Kata, Oyo waza, etc... se estableció por un
orden lógico, dado que cada Ryu, no es sólo, como se cree erróneamente, un
conjunto de técnicas fijas, sino que realmente es un conjunto de principios
incluidos en esas técnicas. Por eso cada una tiene, además de un orden, una
fusión lógica inviolable.
Si la enseñanza (Técnico- metodológica) se
ofrece desordenada o conveniente, por ignorancia o por seguir un fin de
urgencia u otro concepto mucho peor y se obvia este proceso de orden en el
conocimiento y aprendizaje, este, se corrompe y las técnicas se hacen
cognitivas, no instintivas, haciendo que se pierda la esencia de sus principios
y por resultado, su verdadero conocimiento.
Esto es frecuente abreviarlo en los métodos
modernos, de enseñanza, sobre todo en el
ámbito competitivo. Por poner un ejemplo, en el Karate Dō deportivo, dado que
existe, desconocimiento sólido del origen ancestral de esas formas técnicas,
además de la influencia estricta de la disponibilidad de programas técnicos de
grados, limitados, que en su mayoría alteran el orden antiguo, establecido para
la adquisición del conocimiento técnico- estratégico, que provocan que muchos
profesores tiendan a alterar estos métodos.
( Aún más letales para las Artes Marciales en general) cuando estas
estructuras antiguas, son transformadas en híbridos, nacidos de otros Ryu, o
métodos de combate deportivos, que pueden traen confusión en su accionar,
sumado a los errores técnicos y la mala aplicación de sus principios
estratégicos.
Por estas y otras razones obvias, cabe
preguntarse:
¿ Cuáles son los aportes creativos de estas "Artes Marciales" o "Sistema de combate" defendibles, para que categóricamente estos puedan denominarse"Creaciones de origen cubano," cuando sus bases técnicas, sus principios estratégicos, su filosofía y desempeño general no solo es el mismo, sino que demuestran una total adopción y dependencia de las clásicas Artes Marciales originarias de China, Japón, Korea, indonesia, Filipinas...y muchas más? ¿Dónde está presente nuestra identidad nacional y la creación autóctona de las novedosas técnicas, nunca antes vistas?
La respuesta demostrada es que no existen
tales creaciones que las autentifiquen.
El hecho de no conocer el aspecto histórico
- social de esas técnicas, sus principios y estrategias, no connota que ya no
fueron creadas siglos atrás y que tienen una identidad y genealogía propias,
que no pertenecen, absolutamente a nadie, sino solo y exclusivamente a las
ancestrales familia de sus creadores, por derechos propios de concepto filial.
El querer apropiarse de ellas o ponerle un
sello "creativo" personalizado, nacionalizado y registrado como
novedoso, es no solo, un irrespetuoso ultraje a esas familias y a esos Ryu ha,
sino que es catalogado como un hurto no menos censurable y demandable.
El separar las tradiciones de un Ryu de las
técnicas del mismo, e intentar imponerle otro de una cultura muy diferente, no
solo es un plagio, es un error para la aplicación de la estrategia de ese Arte,
y un vaticinio de su fracaso.
En mi opinión, hermanos míos, estos sistemas que ustedes defienden con
valor, y que optan por representar dignamente, NO SON CREACIONES, sino fusiones
técnico-estratégicas, con una renovada metodología de enseñanza adaptada a
situaciones específicas de combate, derivadas de un estudio investigativo
profundo, de un exhaustivo análisis práctico, a través de sus experiencias, que
es correcto, pero no absoluto, pues no es más que el hallazgo natural de la
revelación del Satori, alcanzado por el constante escudriñar de las técnicas y
su Heihō ( Estrategia) que ya existen desde la antigüedad, desde la formación
de esas Artes Marciales que han servido de base para las conclusiones técnicas
a que ustedes han llegado. No obstante el concepto " Waza ga Sensei,"
es evidente en sus estudios y eso es algo plausible y merece un reconocimiento encomiástico.
Lejos de esto, no existe (desde mi limitado punto de vista y mi torpe racionalización de hombre viejo) una "Creación nacional," sino un aporte lógicamente estructurado, a lo ya creado anteriormente, dependiendo, conceptual y prácticamente, del origen de cada nacionalidad, de donde fueron sentadas las bases de esas Artes Marciales.
Les recuerdo a manera de reflexión que:
"Las antiguas tradiciones del Budō y
el Bujutsu son obsoletas, solo cuando desconocemos su verdadero significado, su
verdadera virtud, o somos incapaces de acatar sus enseñanzas." Esto es una
constante para cualquier Arte marcial autóctona de cualquier nación, por lo que
demanda respeto absoluto a sus orígenes y tradiciones y cada aspecto por
moderno que se considere, depende de lo antiguo ya logrado. Lo viejo es el
cimiento inviolable de todo lo que consideremos moderno y su fuente de
existencia.
Mi consejo final es, que todos ustedes,
hermanos, instructores y maestros de las artes marciales en Cuba, continúen
profundizando en sus estudios, indaguen en el origen de las tradiciones, las
técnicas y los principios estratégicos de las mismas y estoy seguro que
hallarán sus raíces, las cuales esclarecerán muchos de esos conceptos que ya
ustedes creían descubiertos. Pero lo más importante es alejarse de la soberbia
y la arrogancia que corroe el entendimiento y quiebra el espíritu de todo
artista marcial, porque como nos enseñó
Ichikawa Yoshinori-Soke:
"Quien se dice así mismo que ha llegado a
la cima, no ha comenzado aún la jornada."
¡GANBATE KUDASAI!
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