Admiración.

Andre Kolychkine.
Estimados y queridos amigos, Sensei, maestros, practicantes de judo y artistas marciales.

Hoy quiero comenzar por reconocer ante todos ustedes que, el judo que yo aprendí, no me fue impartido por un Sensei Japonés, ni tampoco de origen Coreano. Que quede claro, era cubano. El judo que yo tuve el placer y la dicha de aprender y practicar fue enseñado por un profesor cubanísimo. Un Sempai influenciado por un judoca integrante de los fundadores del primer grupo de los discípulos que el "Gran Maestro André Kolychkine Thomson el cual introdujo el judo tradicional en Cuba”.

Ese judo, lo llevó André Kolychkine desde Bélgica, Europa hasta nuestra querida Isla, en 1951. Por solicitud de uno de los más grandes innovadores del judo el gran Sensei Kawaishi.

Exactamente el maestro Kolychkine formó a mi maestro y era uno de los 27 primeros discípulos fundadores, en su primera academia montada en La Habana Cuba. El Sensei Alberto Bernal.

Época y tiempo de respeto, vocación y empeño por desarrollar el judo.

En ese tiempo el respeto y el amor al judo era tal, que el Sensei Kolychkine, gran visionario,  quiso expandir el judo a todo el país y solicitó el apoyo de sus discípulos. Entonces encargo la misión a varios de sus mejores discípulos para fundar un dojo en diferentes provincias y desarrollar más el judo.

El motivo al grupo y los envío a enseñar, Antonio Fong fue para Oriente, Julián Moc a Manzanillo, Heriberto García en Camagüey, Luis Guardia a Las Villas y profesor Alberto Bernal a la provincia de Pinar del Rio. Entre otros. Eso es algo digno de admirar. Y pienso que si hoy las nuevas generaciones de judocas tuvieran  esa formación y contaran con esa dedicación o cuota de sacrificio por nuestro judo, seria excelente, como lo hicieron aquellos pioneros.

Que tu maestro de designe una tarea que te saque de tu ciudad y tu zona de

Mikonosuke Kawaishi

confort en pos de comenzar un nuevo proyecto. Con más incertidumbres que posibilidades de éxito. Es muy difícil en la actualidad y más aún sin darte o garantizarte el apoyo económico. Pues sí, muchos de esos valientes solo con su vocación lo hicieron. Alberto Bernal por ejemplo, se estableció en el municipio de Guanajay y desde ahí influenció Artemisa el Entronque de Herradura y Pinar del Rio. Allí en Guanajay él Sensei Bernal, daba sus clases que duraban 1:30 horas. Y la gente no se iba. Permanecía observando la próxima.

Jigorō Kanō, siempre presidio sus clases con la imagen de su foto. El programa se daba por el Gokyo que orientaba el Kodokan. También se cumplían todas las sus tradiciones, el saludo, el respeto los principios y filosofía del judo.

En ausencia de Bernal, las clases, las continuaban sus Sempai, Marcial Álvaro, , Ezequiel González, Félix Pérez y Mario García.

En las Clases de aquel colchón de judo, nombre genuino que se le daba (al dojo) se tenía en cuenta 4 métodos de enseñanzas.

-Las Katas

-El Randori

-La Conferencia

-El Debate.

Bernal daba una conferencia sobre un tema educativo ya fuera de judo o de la Educación Cívica, después al final de la clase hacia un debate técnico y de cómo se realizó el trabajo y quienes trabajaron bien. Y como había que seguir mejorando. Además hacíamos atemi waza, algunas cosas de jujitsu y defensa personal. Eso era lo verdaderamente tradicional y clásico  en el judo.

Hoy muchos erróneamente confunden TRADICIONAL, con ANTIGUO o VIEJO, y  eso no es real, es una confusión, es una mala interpretación del término.

Lo más objetivo en este caso sería así:

TRADICIONAL

(Es igual a continuista, o clásico). Esos dos serían términos adecuados.

Algunos piensan o consideran que cuando yo hablo de judo clásico. Me refiero a que se debe hacer el mismo judo que enseño Jigorō Kanō en los años de 1882 a 1938. Pues no, sería un error craso. Está muy claro para mí, que eso no es posible, no se puede regresar a eso. Eso sería negar el desarrollo y la evolución de la vida.                                                            Pero, si es una gran necesidad regresar. A las influencias educativas que, los entrenadores, Sensei y profesores de judo, deben trasladar en sus clases a todos y cada uno de sus discípulos.

Se requieren que planeen y cumplan con las enseñanzas de los principios y la filosofía, original del judo tradicional, porque sigue siendo actual y muy necesario para la formación de los discípulos. Porque sobre esos pilares se basa la formación del ser humano, son la base de los VALORES necesarios para convertirlos en personas de bien, buenos y exitosos ciudadanos.

 Además en cualquier, Dojo, Academia, Escuela o Colchón de judo como siempre hemos dicho en Cuba, se puede hacer, sin tener inconvenientes y lo he dejado por escrito en otros artículos.

Estimados Sensei, maestros y entrenadores: No importa la modalidad que tu impartas de las siguientes.

-Judo Deportivo.

-Defensa Personal.

-Los Katas.

-Jujitsu en cualquier estilo.

-Judokicbox.                                             

 -Aikido.                                                                  

 -Karate.

“El respeto, la disciplina, la tolerancia, la honestidad, seguridad, la autoestima, la solidaridad y la ética”. Todas son parte de la filosofía y la  Tradición del Budo. Se deben aplicar y son aplicables.

Además cualquiera de las 7 anteriores especialidades o modalidades, en lo absoluto riñen con esas enseñanzas, para que en ellas se apliquen los principios y la filosofía de Budo.

No sé trata de criticar a ninguno de los estilos porque Jigorō Kanō, los práctico y estudio todos. Incluso aplico muchas de sus técnicas en el Judo.

POR ESO, ELLOS FUERON LA BASE DEL JUDO CONTEMPORENEO.

Tampoco es mi intención criticar a los entrenadores de judo, que solo hacen judo deportivo. Para nada, porque ese es su trabajo. O a los que hacen jujitsu o defensa personal o judokickbox. Lo que si debíamos hacer todos y lo hablábamos hace unos días Pedro Kolychkine y yo es “UNIRNOS”.

Lo importante es crecer y juntos conocer y aprender otras especialidades además del judo. Que sirvan a su formación más completa.

Se trata de unirnos más y recuperar una enseñanza que aporte preparación física, conocimientos técnicos, y unos buenos valores morales y éticos, que produzcan gran estabilidad emocional y autoestima del discípulo. Para su correcta formación.

 Todas las familias queremos y necesitamos que nuestros hijos, nietos, y sobrinos. Sean formados así, con valores y dignidad.

Para eso las familias, nos traen lo más valioso de ellos, sus niños. Y para que,      para que sean nuestros discípulos y los transformamos en personas útiles a la sociedad. Basados en esos principios. Y eso no ha cambiado, sigue siendo una gran preocupación y prioridad para todos los padres de familia y la sociedad.

Eso es muy importante que lo realicemos  todos,  no importa si son entrenadores, Sensei, profesores o Maestros.

Nada debe impedirlo.

Muchas gracias.

Pedro Chirino Rentería.

Rokudan USTKJ/UPJ
 

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