¿Qué se entiende por BUDO (武道)? (Parte I).
Si bien no hay dudas de que el Judo es un Budo o Arte Marcial Japonés creado por Jigorō KANO convertido en un deporte olímpico, tal como lo ratifica la propia Federación Internacional de Judo (IJF), pero esto no implica, al menos dentro de la sociedad japonesa, que el Judo haya dejado de ser una disciplina del Budo, sino que se lo sigue considerando como tal, o sea, algo más (o mucho más) que un simple deporte.
Aunque
resulte algo reiterado, quisiera repasar en la presente Nota qué se entiende
por Budo en Japón, incluyendo algunas consideraciones sobre su evolución a lo
largo de la histórica. Y, al mismo tiempo, recordar el importante papel que
cumplió el Judo, especialmente por parte de su creador, Jigorō KANO, en este
proceso de modernización del Bujutsu o artes marciales japonesas tradicionales
para convertirse en el Budo actual, incluyendo su proyección internacional.
Budo y Kobudo.
El
término “Budo” se venía utilizando desde épocas anteriores al Período Edo o
Shogunato de Tokugawa (1603 - 1868), pero en ese entonces, se lo utilizaba como
sinónimo de “Bushido” camino del samurái (= bushi)) que se refería al código
ético del samurái y no a las artes marciales para las cuales se utilizaba la
denominación general de “Bujutsu” o “Bugei”. El concepto actual de Budo, como
denominación genérica de las artes marciales japonesas como el Judo, el Kendo y
el Kyudo comenzó a ser utilizado en la época final de la Era Taisho, entre los
años 1918 a 1925.
Actualmente,
se reconocen como Budo a las 9 disciplinas, Judo, Kendo, Kyudo, Sumo,
Karate-do, Aikido, Shorinji Kempo, Naginata y Ju-Kendo cuyas federaciones
integran la Asociación Japonesa de Budo (Nippon Budo Kyogi-kai) fundado en el
año 1977 con el fin de promover las disciplinas mencionadas. La décima
organización que integra esta asociación es la Fundación Nippon Budokan que fue
fundada en el año 1962 para construir y gestionar el Estadio Nippon Budokan que
sería utilizado para la competencia de Judo en los JJOO de Tokyo 1964 y
actualmente, es la organización que coordina la Asociación Japonesa de Budo,
como parte de sus actividades de difusión y promoción del Budo. Además, uno de
sus fundadores y su cuarto presidente, Shigeyoshi MATSUMAE (1901 – 1991) fue el
fundador, en 1984, de la Universidad Internacional de Budo, universidad privada
dedicada a la educación e investigación sobre el Budo. Asimismo, en el año 1968
fue fundada la Academia Japonesa de Budo a iniciativa de la Fundación Nippon
Budokan con el fin de promover las investigaciones sobre diversos temas
relacionados con las disciplinas del Budo que contribuyan al desarrollo de los
mismos que, actualmente, reúne alrededor de 900 miembros.
Estas
disciplinas que, si bien difieren en sus orígenes y sus fundamentos, tienen
particularidades comunes como el sistema de graduaciones, el respeto por el
“reiho” o la existencia de prácticas y demostraciones de katas o formas, se han
puesto de acuerdo en la definición y objetivo del Budo como “el camino para la
auto-realización”, por encima de la competencia, denominando “keiko” a la
práctica y “dojo” al lugar de práctica, de modo tal de reconocerse como “Budo”.
Por
ello, se denomina “Kobudo” (Budo antiguo o tradicional) a aquellas disciplinas
que continúan con las artes marciales tradicionales, anteriores a las actuales
disciplinas del Budo que algunos denominan “Kindai Budo” o Budo Moderno. Estas
escuelas o estilos de Kobudo se encuentran actualmente nucleadas en algunas de
las dos organizaciones principales como la Asociación Japonesa de Kobudo
(Nippon Kobudo Kyokai) y la Sociedad Japonesa para la Promoción del Kobudo
(Nippon Kobudo Shinkokai). Por ejemplo, en el caso de la Asociación Japonesa de
Kobudo, nuclea actualmente 18 escuelas de Jujutsu y 22 escuelas de Kenjutsu,
junto a escuelas de otras disciplinas del Kobudo como Iai Jutsu / Batto Jutsu,
Naginata Jutsu, So Jutsu, Karate / Ryukyu Kobujutsu, Taijutsu, Ho Jutsu y Jou
Jutsu / Bo Jutsu. Entre las 18 escuelas de Jujutsu afiliadas a dicha
asociación, se pueden citar, a modo de ejemplo, escuelas tales como,
Ryushinkacchu Ryu Jujutsu, Shosho Ryu Yawara, Kiraku Ryu Jujutsu, Tenjin
Shin´yo Ryu Jujutsu, Kito Ryu Jujutsu, Shibukawa Ryu Jujutsu y Sekiguchi
Shinshin Ryu Jujutsu.
Asimismo,
en la “Carta del Budo” establecida por la Asociación Japonesa de Budo en el año
1987 que fija sus principios fundamentales, define al Budo como una “cultura
tradicional” que tiene sus orígenes en el espíritu marcial del antiguo Japón y
que ha evolucionado como un “camino de auto-realización” (do), desde las
técnicas de combate (jutsu), a través de los siglos de historia y sus cambios
sociales.
Por lo tanto, se podría afirmar que el Budo se trata de una nueva cultura deportiva propia del Japón que ha evolucionado a partir de las artes marciales tradicionales, tomando conceptos del deporte occidental y al mismo tiempo, compitiendo con el mismo. Tal es así que el Budo tiene un carácter tanto tradicional como moderno, por lo que su carácter depende de cada practicante según el énfasis que ponga en su práctica a cada una de estas facetas.
Los
orígenes del Budo.
En
cuanto a los orígenes del Budo, si bien las artes marciales en Japón se
desarrollaron con características propias desde una época muy temprana y
existen registros de modelos de arcos y flechas que se remontan al Siglo 3
D.C., pero los antecedentes directos de las disciplinas del Budo se remontan al
Siglo 10 con la aparición de los guerreros samuráis o “bushi” en la sociedad
japonesa. En esta época, aparecieron también los sables característicos o
katana con filo en una sola cara que pasarían a ser con el tiempo el “alma” del
samurái. Estos guerreros que surgieron como un grupo armado profesional, desde
mediados del Siglo 11 hacia mediados del Siglo 12, pasaron ser la clase social
dominante dentro de la sociedad. En ese entonces, la arquería montada era el
principal arte de guerra practicado y perfeccionado por estos guerreros y
transmitido de generación a generación.
El
Sumo y el Jujutsu tienen un origen común que se remontan a los duelos que se
realizaban en la antigüedad. Al respecto, los primeros libros de historia
publicados en Japón en el Siglo 8, “Kojiki” y “Nihon Shoki” hacen referencia
del duelo entre 2 personajes legendarios, NOMINO SUKUNE y TAIMANO KEHAYA que
data del año 23 A.C. (durante la Era del Emperador SUININ). El Sumo que se
originó como algo más cercano a un ritual del tipo religioso, evolucionó como
un espectáculo o entretenimiento a cargo de luchadores profesionales y los
primeros registros de campeonatos de Sumo datan del Siglo 8. Así, el Sumo
mantuvo desde siempre un carácter dual de ser un arte de combate y a la vez, un
espectáculo o entretenimiento. A su vez, el Jujutsu evolucionó como arte de
combate a partir de las técnicas de “kumiuchi” utilizadas en los campos de batalla
cuando el combate pasaba a la lucha cuerpo a cuerpo, hacia fines del Siglo 11.
La
escuela de Jujutsu Takenouchi-ryu está considerada como la escuela más antigua
y fue fundada en el año 1532 por Hisamori TAKENOUCHI (1503 – 1595) bajo la
denominación de “Takenouchi-ryu Torite Koshi no Mawari Kogusoku”. Tal como lo
indica su nombre, sus técnicas estaban basados en “Torite Jutsu” (técnicas de
control de los oponentes sin producir lesiones mortales) y “Kogusoku” (manejo
de katanas cortas como wakizashi y tanto). La escuela Takenouchi-ryu del cual
surgieron más de 30 escuelas continúa aún en la actualidad bajo en nombre de
“Hinoshita Torite Kaisan Takenouchi-ryu” a cargo del maestro Toichiro
TAKENOUCHI, identificado como su 14° generación de maestros.
En Japón existían, desde la antigüedad, distintas disciplinas artísticas ligadas con la religión como el Shintoismo o el Budismo, como el caso de las disciplinas de canto “Kado”, el teatro “Noh”, la ceremonia de té “Chan no Yu” o el arte de arreglos florales “Ikebana” cuya práctica implicaba un entrenamiento físico y mental, lo cual ha hecho que hubiera un ambiente propicio para el surgimiento de esta gran cantidad de escuelas de Bujutsu o artes marciales. Por consiguiente, ya existía también el concepto de “do” o camino identificado con la dedicación a una disciplina del arte y a un método de aprendizaje o perfeccionamiento, siguiendo una serie de “kata” o formas preestablecidas que también fueron adoptadas por las escuelas de las distintas escuelas de artes marciales.
Desde
la segunda mitad del Siglo 16, en la época final del Período Sengoku, junto al
cambio de las tácticas de combate con la introducción de las armas de fuego,
los guerreros se vieron obligados a dominar una mayor diversidad de artes de
combate y, como consecuencia de ello, en esta época, surgieron nuevas artes
como el “Sojutsu” (arte de lanza), “Iaijutsu” (arte de desenvaine) y “Hojutsu”
(arte de fusil), así como una gran cantidad de escuelas o estilos de las
mismas.
Al
entrar al Siglo 17 y con el inicio del Período Edo o el Shogunato de Tokugawa
(1603 – 1868) caracterizado por ser un período de paz, los guerreros samuráis
constituyeron la casta más privilegiada dentro de la sociedad y el katana,
utilizada por todos los samuráis (la práctica de arquería montada y de la lanza
había quedado reservada para los samuráis de mayor rango) pasó a ser el símbolo
común de esta casta y las escuelas de artes marciales se desarrollaron
principalmente en torno a la enseñanza de Kenjutsu o arte de manejo del katana.
Si
bien cada estilo o escuela contaba con su metodología propia de enseñanza y
entrenamiento, en la mayoría de ellos, el entrenamiento estaba centrado en la
práctica de katas con katanas de madera o bokuto, al igual que en las escuelas
de Jujutsu donde también el entrenamiento estaba centrado en la práctica de los
katas con el tori y el uke predeterminados. Asimismo, tratándose de un período
de paz, gran parte de las escuelas pusieron mayor atención en la preparación
mental del samurái, más que en la técnica propiamente dicha, de modo que esté
mentalmente preparado para poder entrar en combate en cualquier momento.
El
Shogunato de Tokugawa controlaba alrededor de 260 Clanes Regionales que, a su
vez, mantenían sus propios guerreros que se entrenaban en las distintas
escuelas que proliferaron en las respectivas regiones. Así, en los 250 años del
Shogunato de Tokugawa, algunos autores llegaron a contabilizar 745 escuelas de
Kenjutsu, 148 de Sojutsu, 179 de Jujutsu, 51 de Kyujutsu, 67 de Bajutsu
(caballería) y 192 de Hojutsu, aunque estos valores varían según los autores,
de acuerdo al criterio utilizado para el inventario por cada uno. Tal como se
puede apreciar a partir de estas cifras, sin dudas, el Kenjutsu era la
disciplina principal de Bujutsu, lo cual también, como se podrá observar más
adelante, resultó ser una complicación para cualquier intento de coordinación y
más aún para la unificación.
Fue
durante el primer período del Período Edo, en la primera mitad del Siglo 17,
durante el cual se consolidan los fundamentos teóricos del Kenjutsu, a través
de la publicación de textos fundamentales de teoría y práctica como el
“Heiho-ka Densho” (1632; Legado sobre el Arte de la Guerra) de Munetori YAGYU
(1571 – 1646) y uno de los considerados como un clásico, “Go-rin no Sho” (1645;
Libro de los Cinco Anillos) de Musashi MIYAMOTO (1584 – 1645) y al mismo
tiempo, fue la época en que se consolidó el concepto de “Mushin” o “no-mente”
en la práctica del Kenjutsu. En esta época, también las escuelas de Jujutsu
consolidan sus fundamentos teóricos bajo la influencia de artes de combate y
medicina chinas. De esta forma, el Bujutsu basado en las distintas escuelas o
estilos se fue transformando en una nueva cultura para la clase dominante de
los samuráis, dando lugar a la proliferación de una gran cantidad de escuelas.
Sin embargo, en la etapa media del Período Edo que se extendió desde la segunda mitad del Siglo 17, la paz y el florecimiento económico que lo caracterizaron y la prohibición de los duelos entre escuelas, hicieron que las artes marciales vayan perdiendo sus posibilidades de aplicación en enfrentamientos reales y tendieran a convertirse en expresiones artísticas o disciplinas de exhibición. Por ello, comenzaron a proliferar aquellas escuelas que pusieron un mayor énfasis en la formación espiritual del practicante, incorporando enseñanzas basadas en el Budismo Zen o el Confucionismo, sin prestar demasiada importancia a las técnicas.
Asimismo, durante la etapa final del Período Edo, a partir de la segunda mitad del Siglo 18, se registraron grandes cambios en la sociedad japonesa con el avance de las clases sociales integrados por campesinos y comerciantes, junto con la prosperidad económica, se observaba un clima de descontento por una parte de la sociedad frente a la política de aislamiento implementado por el Shogunato de Tokugawa. En el Kenjutsu, a partir de la primera mitad del Siglo 18, se comenzaron a introducirse las prácticas con golpes reales mediante el uso shinai o espadas de cañas de bambú y de protectores que permitían el combate y la competencia entre sus practicantes. Si bien, al comienzo, hubo una resistencia a esta modalidad de práctica por parte de las escuelas más tradicionalistas, pero ante la gran aceptación por parte de los practicantes, se extendió rápidamente y se comenzó a denominarse a esta modalidad de práctica “Gekken” o “Geki-ken”. Asimismo, proliferaron aún más las escuelas de Bujutsu manejadas por los distintos clanes regionales. A principio del Siglo 19, se hicieron muy populares las competencias de Gekken y muchos maestros abrieron sus propias escuelas en las ciudades a las que tuvieron acceso los miembros de las clases sociales más bajas, dejando de ser una práctica reservada para los samuráis.
Fue
también en esta época en que aparecieron muchas escuelas nuevas de Jujutsu y comenzaron
a difundirse la práctica sobre tatami, en lugar de hacerlo sobre un piso de
tierra, como era más común hasta entonces. Desde mediados del Siglo 19,
empezaron a surgir escuelas en las que se introdujeron la práctica libre o
randori, sin limitarse en la práctica exclusiva de los katas. Hacia la época
final del Shogunato de Tokugawa a mediados del Siglo 19, ante el avance de los
hechos de inseguridad y el terrorismo, el propio Shogunato creó la academia
militar “Kobusho” centrado en la práctica de Kenjutsu y Hojutsu. Fue aquí donde
se avanzó en la sistematización de la enseñanza y la práctica del Kenjutsu para
facilitar la competencia entre representantes de distintas escuelas, dando así
el primer paso hacia la modernización.
Juan Carlos Yamamoto (6to Dan)
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