La Titana de Bronce. Amarilis Savón Carmenate.
Estimados
Sensei, maestros y queridos judocas.
Este
fin de semana que pasó se celebró en el centro de convenciones de Fort Lauderdale
la 31 versión del gran torneo internacional, US Open de Judo. Un magnífico
evento al cual asistí invitado. Ahí siempre tenemos la oportunidad perfecta
para reencontrarnos con muchas personas que ves poco y admiras mucho, claro está,
no las ves por diferentes motivos, la distancia o el trabajo pero, sabes que
todos ellos han sido y son magníficos judocas a los cuales verdaderamente
aprecias.
Ese
es el caso de: Evaristo Fernando López, Evelio Garcia, Ruperto Arteaga,
entrenador Jesús, Delcides Diaz, Humberto López y Amarilis Savón Carmenate, la campeonisima
como todos la recordamos. Ella es una destacadisima deportista cubana que
compitió en nuestro equipo de judo femenino desde los finales de la década del
80 y hasta los finales de los años 90. Amarilis es de la provincia de Santiago
de Cuba, original de un pueblito llamado central azucarero Los Reinaldo en
Songo la Maya.
Amarilis comenzó en un humilde colchón de paja de arroz y lona
rústica, la que permite filtrar una gran dosis de polvo como subproducto de la
compactación de la paja. Durante las prácticas de las caídas y las
proyecciones. Se inició allí en aquel rinconcito con el profesor Carlos Blanco,
quien descubrió que la (flaca) como la llamaban sus compañeros de práctica,
desde el inicio demostró tener las cualidades y capacidades para ser
transferida al sistema de alto rendimiento. Entonces pasó a la EIDE santiaguera
y allí tuvo de entrenador dos excelentes técnicos, Jesús Mediaceja y Luis Manuel
Otero Aguirre un gran profesor y comisionado provincial de judo.
Sus
éxitos provinciales y nacionales le promovieron su pase al equipo nacional, con
el gran Veitia. Amarilis fue una gran campeona nacional del judo cubano y en el
plano internacional acumulo muchos triunfos que me permito recordarles.
Amarilis
participó en cuatro juegos olímpicos de verano entre los años 1992 y 2004,
obteniendo un total de tres medallas de bronce.
En
los juegos panamericanos, consiguió tres medallas de oro entre los años 1995 y
2003.
En
campeonatos mundiales de judo obtuvo, cuatro medallas, 1 de oro, 1 de plata y 2
de bronces en el periodo entre los años 1995 y 2003.
En
eventos panamericano de judo. 7 de medallas de oro entre los años 1992 y 2004.
Nada
mal ¿verdad.?
Bueno
todo lo anterior lo anoto solo por destacar su palmarés y lo brillante de su
carrera deportiva, pues bien, sobre su resultado todo está dicho, no voy a referirme
al tema porque de ella ya muchos periodistas famosos, google y Wikipedia lo han
descrito casi todo. Hoy yo quiero hablar de la otra Amarilis. La que la gente
no conoce (de la flaca), de la Sensei muy querida y destacada que conocemos
ahora. De esa mujer, madre, judoca y ser humano que ella es, de la bella mujer
por dentro y por fuera, de la madre de familia que cuida de dos hijas una de 18
años y otra de 11 a las que ama, adora y forma.
De
la atleta que llegó
aquí como todos llena de sueños y expectativas pero, con los bolsillos vacíos. La misma que empezó a transformarse en trabajadora de lo que fuera y comenzó a superarse. La que enfrentó una nueva dinámica de vida. Madre- trabajadora - jefa de familia, en un medio desconocido con normas, leyes e idioma diferente. Fuerte verdad, pero triunfo.
De
la graduada de licenciatura en deporte y educación física, de la educadora y
formadora que todos los días se traslada a la fundación Kolychkine, donde forma
parte del equipo de profesores y atiende los estudiantes del colegio Somerset Academy.
Para enseñarlos, edúcalos, formarlos y prepararlos no solamente para el judo, también
para la familia y la sociedad.
De
la Sensei Amarilis hay muchos maestros y estudiantes que le están agradecidos
pues ella, con su talento y conocimiento los ha apoyado y en su palmarés también
aparecen más de veinte seminarios y cursos de capacitación técnicos
distribuidos por toda la geografía de la Florida.
Amarilis
para mí en lo personal es una preocupada mamá, gran deportista, una excelente
educadora, una destacada Sensei que en su relación con discípulo y, maestros se
comporta muy modesta, sonriente, amable, humana, comprensiva y educada. Valores
propios de su formación en nuestro judo.
Después
de una foto con ella y un fuerte abrazo, sentí el calor humano de esa admirable
mujer y campeona que en cuba por sus tres medallas de bronce en olimpiadas la llamábamos:
La
Titana de Bronce Olímpica. De ella se podrían decir muchísimas cosas más pero,
terminó diciendo: felicidades campeona todos los judocas de la escuela cubana te
queremos y seguimos admirando.
Domo
Arigato Sensei por seguir siendo tú.
Pedro
Chirino Rentería.
Rokudan USTKJ/UPJ
Rokudan USTKJ/UPJ
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