Juego del palo o palo canario.
Juego del palo o palo canario.
El palo canario es un arte marcial
consistente en marcar golpes en cualquier parte del cuerpo sin hacer contacto
en el adversario y defendiéndose al mismo tiempo de los golpes que puede
recibir. Los palos pueden ser largos, de hasta 3 metros; medio o palo canario,
que es el más popular y corto o macana de unos 60 centímetros. En el palo medio
o canario los contendientes se colocan en “cuadras”, de forma que se posicionan
de lado para ofrecer el menor blanco posible, cambiándose de cuadra cuando lo
haga el adversario.
El palo se mueve de forma circular en un
muñequeo continuo y agarrado con las dos manos. La técnica se pasa de
generación en generación y goza de gran arraigo en Gran Canaria y Tenerife.
El juego del palo es una esgrima de bastón
tradicional basada en el manejo ofensivo y defensivo del palo. Aunque su
manifestación mayoritaria ha sido históricamente privada y oculta, ya desde el
XIX se ha venido mostrando públicamente en diversas zonas del Archipiélago y de
América en forma de enfrentamiento de demostración de maestría y presentado por
distintas "escuelas de juego del palo".
Actualmente se concibe como juego deportivo
de oposición sin tanteo cuantificable, lo cual hace inviable la competición
formal, pero en cambio, favorece una gran variedad de planteamientos técnicos
tradicionales.
El conjunto de prácticas que podemos
agrupar bajo la denominación de palo canario, se basa en una esgrima entre dos
jugadores con un palo en las manos. En cualquier caso, los juegos de palo y
garrote o lata son dos actividades que debemos a los aborígenes canarios y que
fueron consecuencia de la evolución de actividades bélicas.
La diferencia entre las modalidades de
juego existentes viene determinada por el tamaño del palo, distinguiéndose tres
modalidades: palo chico, palo mediano y garrote o palo grande.
Palo corto o palo chico.
La primera noticia sobre el uso de palos,
por parte de los aborígenes, la encontramos en la crónica Bethencouriana
(1402), y hace referencia a los bimbaches, o pobladores de la isla de El Hierro
«(...) y los hombres llevan grandes lanzas sin hierro, (...)».
Existen dos referencias, de las cuales
podemos deducir el carácter lúdico del juego del palo; la primera se debe a
Antonio Cedeño, soldado a las órdenes de Juan Rejón, y que escribió una
controvertida crónica en 1478; «El día que celebraban la boda, (...), la
llevaba a su casa la mujer y hacían grandes comidas y juegos: (...); hacían un
general torneo de palillos o varillas pintadas de colorado con sangre de drago;
(...)».
La segunda se debe a Leonardo Torriani,
ingeniero cremonés que escribió una Historia de las Islas en 1590 y que dejó un
documento valiosísimo: un dibujo de dos canarios en una plazoleta en una especie
de ritual con varas de mediano tamaño.
«Cuando dos canarios se desafiaban a duelo,
iban al lugar señalado para ello, que era una plazoleta alta, que en cada
extremo tenía una piedra llana, grande tan sólo cuanto podía mantenerse encima
de ella un hombre de pie. Primeramente cada uno de ellos se ponía encima de su
piedra, (...) con el bastón llamado magodo y amodeghe. (...) Después bajaban en
tierra y se enfrentaban con los magodos, esgrimiendo y buscando cada uno su
ventaja (...)».
Otro de los factores que distinguimos para
justificar el ludismo en el juego del palo aborigen es su incorporación a las
fiestas, de lo cual tenemos referencias en bodas y en la fiesta del Beñesmen.
Del resto del uso del palo con un carácter lúdico poco conocemos, y menos aun
lo que significó la transculturización de esta actividad.
El palo siempre ha ido asociado a unas
funciones determinadas, que podemos resumir en defensa, manejo de animales y
apoyo para deambular por los caminos y barrancos.
Las diferencias que encontramos en los
juegos que tienen en común un palo vienen determinadas por el tamaño de este y
por la forma de entenderlo y enseñarlo. Respecto al tamaño, se distinguen tres
tipos: palo chico, corto o macana; palo mediano o vara; y palo grande, lata,
astia, lanza o garrote. En lo que concierne a la forma de entender el palo, se
ha transmitido a través de escuelas, que han conservado también sus propias
técnicas.
El juego del palo es, en definitiva, una
esgrima, cuyo espacio está definido por los jugadores, compuesto por un
conjunto de técnicas rápidas que lo hacen muy vistoso, y que no posee una forma
explícita de terminación, viniendo ésta determinada por el control del hombre
de respeto u hombre bueno, o bien por resultar evidente para los practicantes
quién es superior.
Las dimensiones y características del palo
varían según sea chico, vara o garrote. Para Ossorio el palo corto es el que va
desde el suelo hasta la mano, o bien el que puede ser escondido. El palo
mediano o vara es aquel que va desde el suelo hasta el corazón, o como máximo
hasta la barbilla del jugador. El palo grande, garrote, lata, astia, asta o
lanza, siempre supera la altura del individuo, oscilando entre dos y cuatro
metros. Las maderas con las que se preparan los palos han de ser enteras, y pueden
ser de los siguientes árboles: la sabina, paloblanco, acebuche, mocanero,
tarajal, eucalipto aceviño, almendrero amargo, etc., pero sobre todo el
membrillero (...) los más aceptados por su resistencia y ligereza. La forma de
los palos también difiere: el palo chico es grueso como el palo grande,
terminando a veces en una acentuación de su grosor; el palo mediano consta de
dos partes: trozo (de donde se agarra) y punta, que es el más estrecho; el palo
grande es uniforme, alcanzando un grosor equivalente a dos dedos de la mano.
Los buenos jugadores de palo suelen ser aquellos que no se desplazan, o lo hacen poco, y utilizan técnicas efectivas y no movimientos preestablecidos, rayando más en la danza, que es la ejecución del jugador inexperto. En el palo mediano o vara es muy espectacular oír silbar el palo cuando se desplaza. El juego del palo es una práctica vertiginosa, que hace introducirse poco a poco a los contendientes y necesita la presencia del hombre bueno. Esta figura no está institucionalizada, pero es conveniente su presencia, ¿cuándo?, esto lo sabe el maestro, o los asistentes ocasionales. Como hemos tenido ocasión de escuchar a Ossorio, el hombre de respeto es para cuando los palos se calientan... En pura esencia, debemos afirmar que es juego porque los jugadores intentan marcar y no golpear; en este control reside el componente lúdico.
Hay muchas técnicas, pero dejaremos
constancia solamente de las más significativas. Para el palo chico: palo
sentado, palo al cogote, palo a los dedos, palo al codo. Para el palo mediano:
atajados, recogidos, golpes laterales a cabeza o cuerpo. Para el palo grande:
enganches, golpes diversos, levantada, revoleadas.
Juegos Tradicionales Canarios
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