¿Son las habilidades desarrolladas en Uchikomi transferible al Shiai?



¿Son las habilidades desarrolladas en Uchikomi transferible al Shiai?
Dr. Hermes Romero, Sexto Dan


Uchikomi.
Uno de los temas más antiguos en el aprendizaje de habilidades es el estudio de la transferencia del aprendizaje. La transferencia se refiere a la influencia de aprender una habilidad en el desempeño de otra habilidad. Primero aprendemos nuestros números en la escuela primaria, por ejemplo, porque los expertos nos dicen que hacerlo se transferirá más tarde a problemas de álgebra u otros problemas matemáticos superiores. Con frecuencia hacemos predicciones sobre qué tan bien alguien podría aprender un nuevo deporte en función de lo bien que haya aprendido otro deporte. Nuestra suposición es que el aprendizaje de una habilidad se transferirá a la ejecución de una nueva habilidad, o al menos, influirá en qué tan bien podemos aprender la nueva habilidad.

La práctica de cualquier habilidad motriz generalmente supone cierto grado de transferencia. Una de las formas de evaluar el aprendizaje es a través de pruebas de transferencia, porque la transferencia a otras habilidades o contextos a menudo es un objetivo principal de la práctica. Por ejemplo, los jugadores de béisbol golpean las bolas desde una máquina de lanzamiento porque creen que hacerlo les ayudará a golpear mejor las bolas lanzadas en vivo. Del mismo modo, los judocas realizan repeticiones de Uchikomi porque esperan que dicha práctica los ayude a realizar mejor las proyecciones durante el Shiai.

Cuando practicamos una habilidad creyendo que influirá en una segunda habilidad diferente, generalmente estamos interesados ​​en la cantidad de transferencia a la habilidad objetivo no practicada. Por habilidad objetivo, quiero decir implicar la habilidad real de interés durante la práctica, por ejemplo proyectar al contrario. Los jugadores de baloncesto pueden practicar un ejercicio de salto durante la práctica. Sin embargo, la intención de este ejercicio no es aprender a saltar, sino mejorar la habilidad de rebote en un juego.

El rebote es la habilidad objetivo, la habilidad real de interés por la cual asumimos que se transferirán los ejercicios de salto. También podemos practicar una habilidad con la intención de que practicarla en un contexto se transfiera a otro contexto. En el ejemplo anterior de practicar Uchikomi en un entorno controlado sin oposición del oponente (Uke), la verdadera intención de la práctica es el contexto objetivo del Randori o Shiai durante una competición. En cualquier caso, sin embargo, esperamos que la práctica tenga una influencia (para transferir) a la habilidad objetivo o al contexto objetivo de interés real.

Uchikomi Shinai.
También podemos estar interesados ​​en cómo la experiencia con una habilidad o contexto puede transferirse a una habilidad o contexto diferente. Cuando la experiencia en una habilidad o en un contexto mejora el nivel de rendimiento en otra habilidad o contexto, se dice que la transferencia es positiva. La transferencia positiva significa que una parte del aprendizaje de una habilidad, o de aprender una habilidad en un contexto, tiene un efecto beneficioso en el desempeño de una habilidad diferente o de la misma habilidad en un contexto diferente. Por ejemplo, que el aprendizaje de las técnicas a través de Uchikomi mejore el rendimiento en la realización de las técnicas de proyección durante la competencia. El grado de influencia podría ser fuerte o mínimo, pero mientras alguna mejora resulte en la nueva habilidad o contexto, la transferencia se conoce como positiva.


La transferencia de aprendizaje también puede ser negativa. Aunque la transferencia negativa es un fenómeno algo raro, puede ocurrir y ocurre. Quizás el ejemplo clásico de transferencia negativa en el mundo del deporte es el caso del tenis al bádminton, o viceversa. Aunque las habilidades de los dos deportes parecen similares y podríamos esperar una transferencia positiva, la influencia de aprender las habilidades de uno de estos deportes normalmente deprime el aprendizaje de las habilidades del otro, al menos inicialmente. En el bádminton, la muñeca debe flexionarse al golpear el birdie, mientras que en el tenis se debe mantener la muñeca rígida durante todo el swing de la raqueta, incluso en contacto con la pelota. Esta diferencia puede conducir a la confusión inicial cuando se realiza una de las habilidades como nueva, porque la fuerte influencia de la acción de la muñeca en la otra habilidad causa confusión y fácilmente conduce a errores de rendimiento en el control de la muñeca. Tal efecto amortiguador de la experiencia en una habilidad sobre el desempeño de otra habilidad conduce a una transferencia negativa. Si analizamos el caso específicamente entre dos habilidades y contextos completamente diferente dentro del Judo, podemos mencionar el mismo caso del Uchikomi, realizado con un Uke pasivo y permisivo (estacionario o en movimiento) y el Shiai, en que el oponente es totalmente combativo. En el caso del Uchikomi, el mero hecho de que se realice de forma repetitiva requiere un encadenamiento de acciones que implica entrar y salir del ataque. El problema con el Uchikomi radica en que, la salida desde un ataque que no se completó constituye un error garrafal desde el punto de vista táctico. Esto se convierte en un hábito erróneo que puede fácilmente transferirse a la competición.


Uchikomi

Por supuesto, puede que no haya influencia entre dos habilidades de dos diferentes condiciones de contexto. Por ejemplo, aprender a tocar el violín no influiría en la capacidad de uno para golpear una bola rápida o conducir un automóvil. En tales casos, se considera la transferencia inexistente y se denomina transferencia cero (algunos autores prefieren denominar esto como transferencia neutral). Los efectos de la experiencia en una habilidad o situación de habilidad no tienen efecto en otra habilidad o en la habilidad en un contexto diferente.

El término Uchikomi se deriva del verbo japonés Utsu (打つ) que puede interpretarse como “golpear repetidamente” entre otras interpretaciones. Muchos instructores interpretan erradamente que la palabra Uchikomi significa "entrada". Una creencia común entre la comunidad de Judo es simplemente que la práctica de Uchikomi, un método importado del Kendo llamado originalmente Butsukari 打つかりmejora la habilidad de proyectar. En su libro “Judo For The West" (Judo para occidente), publicado en 1967, el británico Geof Gleeson ya señalaba que los practicantes de Judo no pueden contentarse con descansar en sus tradiciones y dogmas. Gleeson afirmaba que el aprendizaje del Judo debe derivarse de las proyecciones en sí y no de prácticas diseñadas artificialmente como el Uchikomi. Este afamado judoca y estudioso siempre fue crítico con la práctica de Uchikomi. Glesson fue tan lejos al decir que la práctica de Uchikomi puede ayudar a desarrollar la resistencia y la fuerza, pero su valor como método para mejorar la habilidad de proyectar es prácticamente nulo.

De la psicología del deporte sabemos que el Judo es una actividad de combate compuesta por habilidades motrices dinámicas abiertas acíclicas. Por lo tanto, practicar las técnicas de Judo de forma fraccionada y repetirlas cíclicamente como si se tratase de una carrera de atletismo no mejora la adquisición del habito motriz; porque incumple con algo a lo que Yuri Verkhoshansky le llama principio de transferibilidad. Esto simplemente significa que, para mejorar las técnicas de proyección, estas deben completarse en la práctica, en un entorno que se parezca lo más posible al encontrado en el desempeño del Shiai. Por otro lado, de fisiología del entrenamiento deportivo sabemos que el aprendizaje de las habilidades motrices y la aplicación de cargas extremas de entrenamiento que produzcan fatiga no van de la mano. No podemos pretender que el judoca aprenda una habilidad motriz aplicando cargas como las que predominan durante la actividad de Uchikomi.
 
Parecería razonable decir que la práctica de Uchikomi podría utilizarse para todas las técnicas de proyección. Pero desafortunadamente, este no es el caso y muchos instructores no lo saben o ni siquiera se han detenido a pensarlo. Algunos ejemplos en los que un intento de aplicar Uchikomi sería incómodo o imposible incluiría técnicas como Okuri Ashi Barai, Yoko Otoshi, Tomoe Nage, Tani Otoshi, Uki Otoshi, Uki Waza, Yoko Wakare, Sumi Otoshi y Yoko Gake, por nombrar algunos.
Una mejor alternativa metodológica para sustituir al Uchikomi es la llamada simulación o práctica simulada que en inglés se conoce como DRILL; y que se emplea como método de enseñanza y perfeccionamiento de habilidades abiertas como las habilidades predominantes en los juegos deportivos y deportes de combate. Esta es un área muy desatendida por muchos instructores de Judo.

Randori es el principal bloque de construcción del judo. Sin embargo, Randori y Shiai deben complementarse con ejercicios diseñados adecuadamente, ya que es imposible que el judoca forme y desarrolle su pensamiento táctico sin el estudio de situaciones simuladas de combate. Estas simulaciones de situaciones reales de combate servirán de base para el estudio a través del Randori y posteriormente para su aplicación en Shiai. De más está decir que el Randori controlado es en sí mismo una forma de simulación.

Las simulaciones de diseño rígido son necesarias para reemplazar la forma arcaica de Uchikomi que se ha estado utilizando, algo que ahora se practica en las escuelas y clubes de Judo más importantes del mundo. Independientemente del tipo de técnica de proyección que practique un instructor con sus alumnos, esta debe completarse siempre. Un segundo requisito importante para los ejercicios de proyección es que deben practicarse con los dos judocas en movimiento. Cuando se cumplen estos dos requisitos, la esencia de lo que se concibe como Uchikomi se desvanece.
Con la introducción del movimiento y la finalización de la proyección practicada, la complejidad del ejercicio aumenta sustancialmente, sobre todo desde el punto de vista técnico-táctico. Ahora, hay ciertas variables específicas de la ejecución técnica de las habilidades del Judo que se aplican en el ejercicio de simulaciones que no pueden ser aplicadas en el caso de Uchikomi. Las nuevas variables significativas incluyen el tempo (qué tan rápido se mueven los judocas), la posición de los pies de Uke (shingeki gaku), el momento, la postura, etc. Una de las características más importantes del ejercicio de simulación es que ninguna dirección prescrita de movimiento debe ser un requisito del ejercicio. El entrenador puede o no pedir que se intente una proyección en particular en el ejercicio. Finalmente, durante un drill o simulación, el Uke debe “permitir” que Tori complete la proyección.

Si se le permite al Uke tratar de “evitar” ser proyectado en estos ejercicios de simulación, entonces los judocas han alcanzado el nivel de Randori. Este solo debería ser el objetivo final del ejercicio. El primer nivel del ejercicio debería hacer que el Uke sea lo suficientemente pasivo y no restrinja de ninguna manera a Tori cuando intente una proyección. Sin embargo, Uke debe mantenerse lo suficientemente atento como para ser capaz de corregir la ejecución de Tori en forma de retroalimentación. Después de una práctica sustancial del primer nivel, el Uke podría proceder a ofrecer diversos grados de resistencia al intento del Tori hasta alcanzar el nivel de randori.

¿Por qué ocurre o no ocurre la transferencia?

Se han planteado dos teorías: la teoría de elementos idénticos y la teoría de procesamiento apropiado.
La primera de las dos teorías dominantes de la transferencia, la teoría de elementos idénticos, tiene una larga historia y un atractivo muy intuitivo. De hecho, fue originalmente propuesta por Thorndike y Woodworth en 1901. Según esta perspectiva, la transferencia se produce en la medida en que dos habilidades comparten elementos comunes. Cuanto mayor sea el número de elementos comunes, más fuerte será la transferencia. Aunque la teoría de elementos idénticos es intuitivamente atractiva y ciertamente tiene mérito como teoría, el problema ha sido que Thorndike y Woodworth nunca especificaron lo que podría incluirse como elementos comunes. Tal falta de definición ha hecho que la teoría sea difícil de probar y esté abierta a una interpretación amplia. A lo largo de los años se han sugerido una serie de características como elementos comunes, que incluyen diversos rasgos motores, cinemática del movimiento, demandas perceptivas y características generales de temporización, entre otras. Aún así, no ha surgido un consenso, y la investigación ha llevado a un desacuerdo sobre lo que podría constituir elementos relativos. Aunque sigue siendo lógico argumentar que la transferencia se ve facilitada por elementos comunes compartidos por las habilidades, nuestra falta de comprensión sobre qué elementos son relevantes y exactamente cómo podrían influir en la transferencia, ha hecho que sea difícil aplicar esta perspectiva de una manera más que general. Viendo la posibilidad de transferencia del Uchikomi al Shiai a través de esta teoría, podemos decir que las habilidades aprendidas y desarrolladas en el Uchikomi tienen muy pocos elementos comunes. En primer lugar, el Uke se comporta de forma pasiva durante el Uchikomi, ya que no ofrece ninguna oposición al Tori. En segundo lugar, durante Uchikomi se “entra” y se “sale” a modo de lograr una repetición cíclica de movimientos homogéneos. Sin embargo, el Shiai se conforman de situaciones imprevistas que se dan de manera instantánea y que dependen de cada uno de los oponentes según sus decisiones tácticas y estratégicas. No es necesario aclarar que el Uchikomi es una actividad que se realiza bajo patrones predeterminados mientras que el combate de Judo es impredecible. Hay que aclarar que los ejercicios que son considerados de Uchikomi con la utilización de ligas o gomas con la intención de mejorar las capacidades fisiológicas tienen un valor inconmensurable desde el punto de vista del acondicionamiento físico del judoca. Estos ejercicios son diferentes del Uchikomi tradicional que se realiza con un Uke.

Uchikomi



La teoría de transferencia apropiada fue presentada por primera vez por Bransford y sus colegas en 1979. Esta teoría es algo análoga a la teoría de elementos idénticos pero argumenta que en lugar de elementos de habilidad, lo que es importante transferir es la similitud de los elementos de procesamiento cognitivo entre habilidades. Aunque los patrones de movimiento se consideran irrelevantes, las demandas cognitivas como las habilidades para resolver problemas, la velocidad de toma de decisiones, el enfoque atencional y la aplicación de reglas que se comparten entre las habilidades determinan el grado de transferencia posible. Cuanto más similares sean los elementos cognitivos involucrados en dos habilidades, independientemente de las similitudes entre los patrones cinemáticos reales, mayor será el grado de transferencia. Según esta teoría, las habilidades adquiridas a través de la ejecución del Uchikomi no tienen ninguna transferencia a la competición. En este sentido, podríamos mencionar el hecho de que durante Uchikomi Tori no tiene ninguna oposición del Uke. En segundo lugar, como ya había mencionado, el hecho de entrar y salir desde un ataque trunco (que no se completó) hace que el Uchikomi sea una actividad totalmente contraria a la competición. Otro elemento a analizar es que el Uchikomi es una actividad predeterminada y la competición tiene carácter espontaneo. Por otro lado, el Uchikomi es una actividad eminentemente técnica mientras que la competición está regida por situaciones tácticas en la que la técnica no es más que las formas mas efectivas de resolver dichas situaciones tácticas. 


En una simplificación excesiva, podríamos decir que la teoría de elementos idénticos sugiere que dos habilidades se transferirán en la medida en que se parezcan, mientras que la teoría de procesamiento apropiada para la transferencia sugiere que dos habilidades se transferirán en la medida en que las actividades de procesamiento entre las dos habilidades sean similares. Viendo una posible transferencia a través del prisma de cualquiera de las dos teorías podríamos afirmar que el Uchikomi no transfiere mucho a la competencia de Judo.
El objetivo del entrenador al utilizar el enfoque anterior es que los estudiantes alcancen un nivel de experiencia en Judo que sea comparable con el entorno encontrado en la competencia de Judo. Este objetivo NO PUEDE ser alcanzado por la práctica de Uchikomi.

Desafortunadamente la práctica de Uchikomi como método de enseñanza y entrenamiento continuará, sin duda, siendo utilizada por la mayoría de los entrenadores durante mucho tiempo. Esto es algo desafortunado. Sin embargo, no todo lo que se repite como tradición es lo más correcto y de eso hay millones de ejemplos a lo largo de la historia de la humanidad. El pensamiento científico-técnico moderno está en contra de los métodos tradicionales de práctica que han estado en uso durante más de un siglo. En el caso del Judo, las prácticas tradicionales serán muy difíciles de cambiar. Afortunadamente, hay algunas personas involucradas en un Judo actualizado con bases científicas, con una mente mucho más abierta (que no se dejan vencer por disonancia cognitiva o sesgo de confirmación), que han abandonado el uso de Uchikomi en sus programas de estudio. Con el paso del tiempo, seguramente podríamos esperar que el número de estas personas aumente.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nage waza ura no kata.

Gonosen no kata.

El Judo Japonés; sin ningún 10mo Dan Viviente.