El Randori.
Fue una linda experiencia para mí, participación en la academia Ricardo Corazón de León junto a los experimentados judocas Urbano Hernández, Ricardo Tuero y Pedro Fleitas, y ver que todavía existen profesores profesionales que aplican en sus clases, los principios y métodos pedagógicos creados por Kanō.
Jigorō Kanō en su escuela de judo Kodokan,
estableció la aplicación de cuatro métodos pedagógicos que hoy, todavía son novedosos y han servido de base a
otras personas e instituciones para la consecución de sus objetivos.
Los métodos propuestos por Kanō para conseguir los objetivos educativos en su
escuela, fueron los siguientes:
-El randori.
-Las katas.
-La conferencia.
-El debate.
-El debate.
De esos cuatro métodos hoy yo quiero hablar sobre uno que específicamente
aprecie muy bien utilizado por el Sensei Ricardo Tuero: El r a n d o r i.
El randori es el medio más efectivo y dinámico para
conseguir el objetivo del judo competitivo, intentar vencer nuestro oponente,
poniendo a prueba nuestra capacidad
técnica y potencialidades físicas en un medio igual o similar a un combate. En
el randori se hace necesario aplicar a fondo nuestros conocimientos e
iniciativa para conseguir el fin, alzarnos con la victoria frente al
contrincante.
El randori también se denomina como
(practica libre) y es donde los estudiantes realizan y ejecutan sus técnicas
libremente, experimentando y descubriendo sus propias posibilidades y límites
en un contexto de ataque y defensa casi
similar y objetivamente lo más parecido
a una competencia en tiempo real.
El objetivo puntual del randori es, el
desarrollo de las habilidades necesarias para enfrentar los continuos cambios
de intensidad y de esfuerzos que en el combate de judo son muy variados en la
ejecutoria del mismo. Los ataques, defensas y contraataques de los oponentes se
realizan a plenitud de capacidad por parte de tori para buscar el triunfo, por
lo cual uke, reaccionara en función de obstaculizar dichas acciones y responder
con una nueva estrategia.
Además con la práctica del randori se
busca crear la capacidad de respuesta rápida
y efectiva ante las complejidades de los embates de los contendientes para evitar sus ataques
y frustrar sus intenciones.
El randori, para los maestros es una herramienta con posibilidades pedagógicas
multifacéticas nos proporciona unas facilidades ilimitadas debido a que se
puede utilizarse de forma general o específica. Desde el punto de vista del
reforzamiento y cumplimiento de los objetivos específicos previstos en la planeación
de nuestra clase.
Por ejemplo.
Randori general:donde el estudiante puede desarrollar su
trabajo en el tachi waza y continuará al ne waza si así lo requiere la
situación y el momento, técnico- táctico del simulacro de combate. o práctica
libre.
Randori específicos: donde
se limitan o restringen el uso de las técnicas y se selecciona aquella que
deseamos desarrollar específicamente.
Randori en el tachi waza: donde solo se usan técnicas de piernas, caderas, hombros y brazo,
sin combinar las mismas.
Randori combinado: donde
tori ataca libremente y uke se defiende.
El randori en el ne waza: puede ser utilizando solamente inmovilizaciones o solo aplicando llaves
y estrangulaciones.
En este tipo de especificaciones es donde
se puede consolidar la táctica o estrategia en función del objetivo a cumplir.
Aquí se delimitan las especificaciones del trabajo a desarrollar y a especializar,
como objetivo, induciendo al estudiante a una sola actividad, al limitar sus áreas de aplicación técnica.
Desde que me inicie en el judo, allá en mi lejano y querido municipio de Artemisa,
bajo la orientación de mi profesor, el Sensei,
Mario García Nodarse, él nos hacía comprender la importancia que le daba de manera suprema al randori y lo utilizaba muy bien, como
un método de trabajo y como una forma
efectiva de comprobar los avances
de sus discípulos y su evolución físico-técnico en el proceso de
enseñanza aprendizaje. Resultado que él, nos hacía saber a través de una charla
o conferencia que se convertía en debate al final de la clase donde él, daba a
conocer sus valoraciones sobre nuestro trabajo durante el ejercicio finalizado.
Este aspecto pedagógico tan necesario del análisis
del cumplimiento de los objetivos de la clase al final de la misma, con el apuro
y la presión del tiempo, y la necesidad (económica porque hay que trabajar con
el otro horario para ganar más) se ha ido perdiendo. Yo considero que en muchos
tatamis se ha dejado de hacer por los profesores, es mi opinión
al respecto. Además se ha ido perdiendo su utilidad como una forma de resaltar
lo bueno, que hizo el estudiante, señalar las deficiencias del proceso y las
dificultades, que se deben trabajar, con
más fuerza y con mayor regularidad para
vencerlas en el futuro. Repito es
mi percepción puedo estar equivocado. Ustedes me dirán.
En cualquier colchón o tatami de judo como
quieras llamarlo en nuestra islita de Cuba; profesor que se respetaba así
mismo, lo mínimo que hacía de randori en
cada clase eran cuatro cambios, de al
menos cinco minutos cada uno y en
algunos momentos cercanos a eventos, los
mismos eran más de cuatro, si no que me
desmientan cualquiera de ustedes.
Volviendo a la academia Ricardo Corazón de León,
junto a Tuero, Fleita y Urbano, me sentí como si estuviera con 20 años aunque
no pude hacer randori por mis limitaciones físicas, pero si sentí la adrenalina al ver varios campeones
con muy buen nivel haciendo su práctica libre. Una noche feliz. Haciendo todos
lo que más nos gusta judo.
La utilización del método pedagógico del
randori desarrolla los beneficios siguientes:
-Desarrolla la audacia
-Las capacidades físicas.
-La velocidad
-Fuerza
-La resistencia
-El pensamiento técnico táctico
-Las capacidades físicas.
-La velocidad
-Fuerza
-La resistencia
-El pensamiento técnico táctico
También mejorando también.
-El momento
-El ataque
-La esquiva
-La defensa
-La creatividad en las combinaciones técnicas en tachi y ne waza.
-El ataque
-La esquiva
-La defensa
-La creatividad en las combinaciones técnicas en tachi y ne waza.
C o n c l u c i o n e s.
El randori es un excelente método de
trabajo y es además, una valiosa y poderosa herramienta para desarrollar la
capacidad de trabajo y aumentar las cualidades, habilidades y destrezas de
nuestros discípulos sin que se sientan presionados por obtener el éxito, pues
ellos lo consideran una práctica o simulación
del combate y se emplean a fondo sin miedo al perjuicio de la derrota.
También le sirve al Sensei, para medir y
evaluar la voluntad y avances técnicos
de los estudiantes. Es ideal para crearles las condiciones propicias y realizar su transformación de practicantes
de judo a competidores, mediante el
entrenamiento sistemático de nuestros discípulos.
Durante ese proceso vamos convirtiendo a
nuestros discípulos en campeones y excelentes personas para la sociedad.
Gracias a
Ricardo Tuero, Margarita Cabrera y Patricia Ríos por invitarme a su
academia.
Hasta aquí mi comentario. Espero compartan
mi opinión sobre la importancia del randori en la enseñanza del judo.
Muchas gracias a todos los presentes.
Muchas gracias a todos los presentes.
Pedro Chirino Rentería
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